domingo, marzo 19, 2006

Taksim


Foto: A. Mourenza

domingo, marzo 05, 2006

La Türbe

Türbe es el recinto donde reciben sepultura la familia del sultán y los hombres santos. Las tumbas en estos lugares son diferentes de las cristianas ya que generalmente están encabezadas por una columna con inscripciones coránicas –o con un fez en algunos casos- en lugar de las cruces.

Como explica Juan Goytisolo, la relación del mundo musulmán con la muerte es más natural y sencilla que en el mundo cristiano. En muchas ciudades los cementerios se extienden en medio de las ciudades y –sobretodo los de los grandes hombres y santones- son lugares de reposo, reunión o rezo. “La contigüidad y unidad de destino entre la densa colectividad de las sombras y sus invitados efímeros crean unos vínculos de complicidad benéficos para ambos: los muertos pierden su estatuto de terror atávico; los vivos se integran en un mundo que inexorablemente será suyo, fortalecidos y apaciguados por dicha convivencia fecunda”.

(Fotos: A. Mourenza)

La mirada de Lucas

Para una visión especial y cercana de la ciudad de Estambul, plasmada en texto e imágenes, es recomendable visitar la web Lubmatse

"Sombra"

"Paloma"

El temporal de nieve

Las últimas semanas de enero y las primeras de febrero trajeron a Turquía un intenso temporal de frío y nieve. Estas son algunas de esas fotos, extraídas de la página de la cadena NTV:

La gente se proteje en las escaleras de Sultahmet (Estambul)

El lago de Abant (Bolu) helado

Ortaköy (Estambul)

Paseo en Uskudar (Estambul), con la torre de la Doncella al fondo

domingo, diciembre 18, 2005

El palacio de Topkapi

El palacio de Topkapi (Topkapı Sarayı, en turco literalmente “Puerta de los Cañones”) fue el centro administrativo y la residencia de los sultanes otomanos entre 1465 y 1853. La construcción de Topkapi fue ordenada por el Sultán Mehmet II en 1459 y fue completada seis años más tarde. El palacio esta situado en el Serrallo, una colina entre el Cuerno de Oro y el Mar de Marmara en Estambul. Consiste en diversos pequeños edificios rodeados de cuatro murallas.

Una de las mejores vistas desde el palacio de Topkapi es la que se consigue desde el Pabellón de Bagdad, el preferido de los sultanes, sobre todo en los atardeceres veraniegos. Desde este lugar se domina el Cuerno de Oro, la Mezquita de Sultanahmet y Santa Sofía. Además hay varias fuentes que refrescaban el ambiente de los calurosos veranos turcos.


El Islam no permite la representacion naturalista de Dios por lo que la escultura, en el arte de los países musulmanes, no fue muy difundida. Sin embargo si que se prestaba mucha atención a la caligrafía, que adorna numerosas paredes y muros, y a los pequeños detalles que, en el Palacio de Topkapi, alcanzan su máximo esplendor.

Detalle de una lucerna










El remate de una c
úpula




Fotos: Andrés Mourenza

domingo, diciembre 04, 2005

El Gran Bazar

El Gran Bazar, o Kapalı Çarsı –mercado cubierto- en turco, es sin duda uno de los mayores atractivo turísticos de Estambul. Fue edificado en 1464 por el sultán Mehmet II y, tras sufrir dos incendios, fue reconstruído en tiempos del sultán Mustafá II (1695-1703). Sus dimensiones son impresionantes, como explica Juan Goytisolo:

  • En el siglo XVII se compone ya, según las crónicas, de sesenta y siete calles denominadas de acuerdo con el gremio que las ocupa; sus encrucijadas o plazuelas congregan a los fieles durante las preces canónicas; cinco mezquitas y siete fuentes satisfacen igualmente las necesidades de limpieza y devoción del público. Sus dieciocho puertas cierran de noche y losvigilantes de los gremios efectuan frecuentes rondas para velar por la seguridad de sus bienes. Conforme a Mantran, el recinto del Gran Bazar incluye más de tres mil tiendas. (J. Goytisolo: 'El Gran Bazar' en Estambul Otomano)

Aunque ha perdido en cierta manera su ambiente tradicional, aún sigue siendo el símbolo de las grandes rutas comerciales y del comercio turco. Es el lugar donde se puede encontrar de todo, tanto en su interior como en el contiguo Mercado Egipcio o 'de las especias' y en las callejas de tiendezuelas que los rodean. (Foto A. Mourenza)

Los pescadores de Eminönü

En el puerto de Eminönü, entre la desembocadodura del Cuerno de Oro y el Bósforo, las personas se agolpan ante las aguas para pescar, mirar partir los barcos o saborear los bocatas de pescado traído del Mar Negro. (Foto C. Urbina)

Escultura tras el terremoto

Escultura en la costa de Değirmendere (provincia de Kocaeli). Esta ciudad del extremo oriental del mar de Mármara acoge cada año un certamen internacional de esculturas en madera aunque es tristemente famosa en Turquía por haber sido el epicentro del terremoto que, el 17 de agosto de 1999, acabó con la vida de casi 30.000 personas. La actual figura del pescador, hecha en alambre, sustituye a la anterior, de madera y que fue destrozada por el temblor.

Al fondo se distingue una de las mayores centrales petroleras de Turquía. Las aguas sobre las que se erige la escultura estaban ocupadas, antes del terremoto, por un paseo marítimo lleno de terrazas. (Foto A. Mourenza)

Derviches

Un espectáculo de danzas tradicionales en el Firat Sanat Merkezi de Estambul, con derviches giróvagos. (Foto A. Mourenza)

Las barberías de Estambul

Típica barbería de los barrios populares de Estambul. Aunque en el cartel no ponga ‘barbero’, berber, sino ‘peluquero’, kuaför, del francés coiffeur. (Foto C. Urbina)

jueves, diciembre 01, 2005

A las puertas del Mar Negro

Vista desde el castillo bizantino de Anadolu Kahvagi,
al fondo, el Mar Negro

El barco se abre paso a través de la hendidura, hecha a cuchillo, cubierta de agua. A un lado Asia y al otro Europa, como el pirata de Espronceda. El viento golpea su cara y revuelve su pelo, escupiendo algunas gotas de lluvia.
El mar es verde oscuro, azogado y opaco; a veces azul, cuando el sol asoma entre las nubes del cielo tormentoso. El motor de la nave deja una estela de aguas removidas y espuma vaporosa que es rápidamente engullida por las corrientes plomizas del Bósforo.
Los árboles otoñean en las orillas. Al fondo se abre, inmenso, el Mar Negro.


E su un cargo che si fa il viaggio,
un bastimento per il carbone.
C’è ancora un solo porto che non abbiamo toccato,
una tristezza che non abbiamo cantata,
l’orizonte che si vedeva al mattino
non l’abbiamo lasciato

dietro di noi ogni sera
e le stelle non sono passate
sfiorando l’acqua
e ad ogni alba
sull’acqua
che cola
non c’è il riflesso
della grande nostalgia.
Ci andiamo, dite, ci andiamo?

‘Il viaggio’ – Nazim Hikmet Poesie